sábado, 21 de enero de 2017

Tengo miedo

Tengo miedo a los pájaros,

y con esto no bromeo.

Me dan miedo sus plumas, sus patas, sus uñas, su pico.

Me dan miedo.


También tengo miedo

de seguir pasos ajenos en un camino que no está claro,

de tener que depender

de un corazón que ya no quiere que lo arrope.


Tengo miedo

de despertarme y no reconocerme,

de observar en el espejo

a otro chico más con varias ilusiones menos.


Tengo miedo

de no volver a ser el protagonista de tus fantasías,

y de cuestionarme

la posibilidad de no haber llegado a serlo nunca.


Tengo miedo

a que descubras que, de entre todos los monstruos bajo mi cama,

tuve que hacer frente

al dragón de seis cabezas que custodiaba la esperanza,
                                          y que perdí.


Tengo miedo

de sentir que el miedo se hace rey de mi castillo,

y que no tenga el coraje suficiente

de enfrentarme a su ejército y salir corriendo a buscarte.


Tengo miedo al olvido,

a empezar a ser un recuerdo eclipsado en tu memoria

y acabar desvaneciendo

de la misma forma en que lo hacen los rasguños de mi espalda.


Tengo miedo

a que un día cualquiera, en un sitio cualquiera

ya no vuelvas a pensarme

y, en ese momento, te des cuenta de que no me necesitas.


Tengo miedo, mucho miedo,

y tener miedo me hace humano, no cobarde


Pero apúntalo bien, chica de la suerte,

que a pesar de querer verte volando,

conquistando cada palmo del cielo,

no te conviertas en pájaro, no quiero tenerte miedo.

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