viernes, 13 de enero de 2017

Era, es y siempre será

Ella era la chica con las manos más frías

y el corazón más candente que he visto jamás.

Creedme cuando os digo

que sus dedos son capaces de revivir

historias que nunca han sucedido,

y reparar espaldas doloridas por la carga.

Era la chica a la que cualquier hombre

estaría dispuesto a renunciar con tal de verla libre.

No os engaño si os juro

que me sacó de la cordura

para volverme loco de remate,

porque así es como se quiere de verdad.

Era la chica con un libro de poesía en su escritorio,

con frases subrayadas impacientes por ser leídas.

No era una más,

y pondría la mano, el brazo

y el pecho en el fuego por ella,

porque estoy seguro de que es irreemplazable.

Era la chica apasionada por la ropa de rayas,

el pelo ondulado y el rubio simulado.

Capaz de crear sensaciones únicas

sin necesidad de articular palabra,

porque con un leve movimiento de sonrisa

conseguía dejar su sello en mi memoria.

Era la chica por la que merecía la pena arriesgar todas tus fichas

a sabiendas de que ya estaba todo perdido.

Porque a menudo volvemos

a donde un día fuimos felices.

Y dejadme que os diga

que ella era, es, y siempre será.

1 comentario:

  1. Sin palabras. ¡Es precioso! Me muero de ganas de leer la próxima maravilla que nos tengas preparada������

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